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El Cyberbullying o maltrato entre iguales se caracteriza por la utilización del uso de los medios, especialmente online, para ejercer el acoso.

Entre las causas reconocidas son el ejercicio del poder, que sobrevive entre el dominio del agresor y la sumisión de la víctima, donde contrasta la dificultad de escape de la víctima y el anonimato del agresor, destacándose un desequilibrio de seguridad entre la víctima y el agresor.

En el Cyberbullying, el agresor está a resguardo, el denominado ciberagresor cuenta con la ventaja, además, de controlar la situación, debido a la distancia y vulnerabilidad. Siendo asustador, sabe que seguramente el atacante en el ciberbullying suele ser del entorno de la víctima.

Este tipo de maltrato produce secuelas, especialmente a nivel emocional, en el desarrollo de la personalidad en infancia y adolescencia, tanto del agresor, como de la víctima.

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En cuanto al agresor, este impacto en la formación de una personalidad agresiva se debe por la falta de autocorrección y autorregulación; también por invalidar el desarrollo de la empatía, ignorando las reacciones emocionales de la víctima; y, aún no se desarrolla la resistencia a la frustración que es constituida por obtener lo que se quiere, cuando se quiere, sin resistencias ni feedback.

En fin, todas estas características logran desarrollar en el agresor un efecto desinhibidor, debido a que las condiciones del ciberacoso permiten que el acosador se exprese de manera abierta sin restricciones.

El acosador desvaloriza a la persona humana, cosificándola, o sea viendo a los sujetos como objetos manipulables, también confunde la realidad y la fantasía por su ilusión de invisibilidad en el ciberespacio y la normalización de la agresión, es decir la falta de consecuencias de las acciones negativas que pueden provocar que la conducta agresiva sea un medio eficaz para conseguir objetivos.

Es menester cuestionarse sobre la acción de la autoridad moral de profesores, padres y madres, guías de corrección de niños y jóvenes que tiene derecho también a una formación moral.