El bullying se encuentra transitando libremente por los pasillos de cada vez más escuelas alrededor del mundo, trayendo consigo reportes e historias traumáticas de niños y jóvenes que han sufrido de este acoso escolar y han quedado marcados gravemente con sus consecuencias a la confianza, autoestima, motivación y capacidades de los mismos, afectando seriamente la personalidad de estos jóvenes, la cuál tomará un largo tiempo en sanar.
Sin embargo, el bullying no es algo que nazca de la nada en medio de los pasillos de las escuelas, este tiene un origen más profundo, oscuro y personal para quienes son los perpetuadores de este acoso, un origen que proviene de su relación con las figuras parentales y de autoridad en, lo que debería ser, la comodidad de su casa, que en muchos casos no lo es. Derivando en los niños y jóvenes conductas negativas que utilizan para llamar la atención de forma inadecuada al lastimar a otros.
Los problemas en el hogar, se refieren mayormente a un estilo de crianza negativo, ya sea en la ausencia de uno de los padres como en el mal manejo de las normas y castigos, también el exigirle constantemente a que haga labores de más o tenga calificaciones sobresalientes y penalizarlos gravemente cuando no lo logran. O suelen modelar el comportamiento agresivo que ven a diario, insultos, golpes o humillaciones entre los padres y lo «normalizan» utilizándolo en la escuela con alguien que no les agrade.
La represión de los sentimientos es también una causa válida de la ejecución del bullying por parte de los jóvenes, bien sea porque no se sienten escuchados, han sido excluidos o han minimizado sus sentimientos de manera muy traumática para ellos que han aprendido a ocultar sus emociones para no parecer débiles y así no salir más heridos.
Falta de atención adecuada, cuando los padres tienen un trabajo exigente, problemas económicos o un mal estilo de crianza, no suelen dedicarle el tiempo necesario y de calidad a sus hijos pues están constantemente enfocados en salir adelante, hay que recordar que los niños ven esto como un abandono por parte de los padres y suelen guardar mucho rencor por ello.
Rafael Núñez Aponte hace énfasis en la televisión e internet. Aunque estos no sean factores en sí determinantes para el bullying, sí son causantes de dar ideas nocivas a los niños sobre lo que está bien o no hacer y pueden tergiversar los actos mostrados en estos. Por lo que es muy importante como padres estar atentos al contenido que ven los hijos en estos canales de comunicación.
Es por eso que, los padres tanto de las víctimas como de los hostigadores deben tener muy en cuenta que, las principales causas del bullying escolar se centran en dichos problemas así como en la relación e interacción del joven hostigador con estos.