La discriminación por color de piel, religión, nacionalidad o clases sociales se encuentra lamentablemente presente en las aulas escolares, manifestándose en menor o mayor grado, dependiendo de las acciones que se toman contra este, pero para los padres, es más una cuestión de orgullo, no de manera egocéntrica, sino que han humillado una parte vital de su identidad y por eso necesitan recordárselo y reforzarlo en sus hijos, pero muchos no saben cómo hacerlo.
Si como padres, se descubre que los hijos están pasando por una situación de bullying racial en la escuela, lo primero que se debe hacer es escuchar abiertamente a los jóvenes, sin minimizar los efectos que tengan sobre éste, consolándolos pero haciéndoles saber que no pueden quedarse lamentándose para siempre.
Es hora de actuar:
Inculcarle a sus hijos formas de defenderse de manera asertiva frente a sus acosadores, ignorando sus comentarios al azar, mantener el orgullo por sus características distintivas y darles la vuelta en las conversaciones, pues los bully agarran la mínima oportunidad de aprovecharse al ver algo que les afecta a la otra persona con sus insultos.
Denunciar actos agresivos si ocurren en el plantel o en las inmediaciones del mismo a profesores o encargados de la escuela. Sin dejarse intimidar por las amenazas o chantajes de las personas instigadoras.
Incentivar a que los hijos realicen prácticas y actividades extracurriculares que potencien sus capacidades propias y su confianza en sí mismos. De igual forma, se les puede motivar a ir a consulta psicológica si las consecuencias del bullying se agravan.
Buscar grupos de apoyo contra el bullying, esta es una gran alternativa para que los niños y jóvenes puedan compartir sus experiencias con personas que han pasado por lo mismo o que les enseñen maneras de actuar contra este acoso.
Pero lo más importante es recordar las bellezas de nuestra unicidad, aquellas características que nos hacen únicos y resaltar entre los demás, ver las cosas positivas y proyectarlas al exterior, acabará con las malas intenciones de los bully.