Este tipo de bullying está relacionado con el poder y control que tiene uno de los cónyuges sobre el otro, uno de ellos se vuelve dictatorial y hostiga constantemente a su pareja por la forma como lleva a cabo sus gastos. Esta situación no es solo de aquellas personas que tienen un buen salario sino también ocurre en aquellas que ganan menos y si no se trata a tiempo, puede llegar a convertirse en una causa para el divorcio o la separación.
Se convierte en una violación a la igualdad de oportunidades y el acosador puede ser el hombre o la mujer, en la mayoría de los casos el hombre es quien persigue y hostiga a su pareja; la mujer que es víctima se encuentra en una situación que a veces no encuentra la forma de salir hasta que ya es demasiado tarde para la relación.
Los comportamientos que tiene el acosador son:
1.- Hacer sentir culpable a su pareja por las compras que hace: El acosador hace que su pareja se sienta incapaz y culpable cuando realiza la adquisición de los productos del día a día de su vivienda, ya que quiere tener el control de todo y siempre encuentra una razón para que ésta se cuestione sobre la forma como hace las compras.
2.- Limitar los gastos mensuales: El perseguidor restringe la cantidad de dinero para cubrir los gastos que se producen cada mes dentro del hogar .Él no se sienta junto a su esposa a planificar detalladamente cada gasto que ocurre en la casa como pago de servicios, educación, gastos médicos, transporte.
3.- Obligar a reportar todo lo gastado: El controlar todo lo que gasta la pareja hace que el acosador tenga el dominio que muchas veces también refleja un grado de desconfianza.
4.- Impide que la pareja tenga tarjetas de débito y crédito: Esta situación de control crea un ambiente para que el perpetuador tenga más control sobre su pareja.
Los sentimientos de inseguridad, poca autoestima, la forma de crianza y una necesidad de controlar todo son los “atributos” distintivos de un acosador financiero.