La xenofobia, el clasismo, la discriminación por color de piel o religión son aspectos oscuros de la ignorancia humana que lamentablemente está presente en la sociedad y se transmiten a los lugares que deberían ser entornos neutrales, como lo es el caso de la institución escolar, siendo una realidad que los padres deben no solo tener en cuenta sino aceptarla y tomar acciones contra el mismo.
Pero primero, ¿Qué es el bullying racial?
Este tipo de acoso escolar se caracteriza por todos aquellos actos de burlas y humillaciones a las personas de etnias, religión, estrato social, color de piel o procedencia diferente a la persona bully, tomando estas diferencias como un signo de permiso para excluirlo de la “normalidad” del entorno.
También, existen motivos ulteriores a este. Por ejemplo, que la persona llame más la atención de las personas por su inteligencia, audacia, belleza, amabilidad, etc., cosas que simplemente no pueden tolerar porque no la poseen o porque no los tratan de la forma que quieren. Por lo tanto, toman esa unicidad especial de sus víctimas y lo transforman en un símbolo de burla.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Como padres de las víctimas de este bullying racial, una vez que se haya percibido que los hijos pasan por este tipo de acoso, hay que notificarlo a la institución y exigir que tomen las medidas correspondientes, como sanciones o expulsiones según sea la gravedad del asunto.
Además hay que buscar ayuda profesional para instaurar o reforzar la confianza de los hijos, que es la más afectada. Acudir a psicólogos, establecer un plan de actividades y practicando nuevos hobbies, son las mejores formas de ayudar a los hijos a superar este problema.
Ayudarlos a recuperar su voz es también un punto muy importante, si bien, no se debe responder a la violencia con más violencia ya que genera solo un circulo problemático, si se les puede enseñar a los hijos a defenderse elocuentemente y de forma asertiva a los ataques de las personas.
Pero, en caso de no saber abordarlo, no hay que caer en la desesperación, sino recordar el punto anterior, buscar ayuda profesional psicológica, de esta manera se sabrá que hacer. Hay que recordar que los padres no tienen las respuestas para todo y que está bien reconocer que a veces necesitamos ayuda.