Rafa Núñez

Todos los padres piensan que la escuela debería ser un ambiente seguro y de buen aprendizaje para sus hijos, donde puedan relacionarse de manera adecuada con otros jóvenes de su entorno, aprendan a comunicarse de manera asertiva y a desarrollar habilidades para resolver problemas. Sin embargo, el ambiente escolar puede estar lleno de conflictos que nadie prevé y que en algunas ocasiones es tomado a la ligera. Uno de esos conflictos es el bullying o acoso escolar.

Este problema afecta mayormente a niños y jóvenes de carácter sensible y personalidad vulnerable que son molestados precisamente por estas características por parte de otros jóvenes que perciben a estas como débiles e inútiles, porque se jactan de tener un carácter fuerte y habilidades de poder. Es por ello que el problema del bullying no se resuelve solo detectando a las víctimas que lo padecen sino de aquellos que lo perpetúan.

Pero como padres, es entendible que estar en la posición de saber que tu hijo es un acosador no es algo agradable de descubrir, pero también como padres es necesario tomar acciones con estas conductas para que los jóvenes no recaigan en más problemas.

Rafa Núñez

Uno de los factores más importantes para esto es no ignorar las acusaciones de otros a sus hijos, si bien hay que investigar qué sucede si el niño está involucrado en alguna actividad de intimidación con otro, no hay que solamente creer en la palabra de los hijos ciegamente, en especial si estos reportes llegan continuamente.

El saber el motivo por el cual tienen esta conducta con otros es esencial para resolver el conflicto, bien sea porque tengan una idea errónea de lo que es correcto, de querer enseñarles una lección de valentía, de formar carácter o porque les parece divertido. Es fundamental que los padres expliquen a sus hijos que ellos no tienen ningún poder para colocarse en ese papel, porque ellos son iguales a sus otros compañeros.

Lo que nos lleva al punto de enseñarle de igualdad y respeto a los niños y jóvenes para/con sus pares, de esa manera podrán tener una mejor interacción y relación en la escuela. El hecho de que tengan dinámicas familiares diferentes, notas académicas diferentes, estratos sociales diferentes y personalidades diferentes, no los hace personas menores a ellos, sino todo lo contrario, deben verlos como complementos de habilidades en donde pueden aprender del otro.

Otra cosa que hay que tomar en cuenta, de acuerdo con Rafa Núñez, son los problemas familiares, puede que las peleas en la casa, las discusiones o la ausencia de los padres genere en sus hijos la necesidad de llamar la atención de manera equivocada, así que para solucionar el problema del bullying, hay que revisar con atención qué es lo que sucede en el entorno familiar.

Rafa Núñez

La autoestima de los niños y jóvenes es otro factor resaltante para tratar este problema, ya que, en mayor o menor medida, los niños bully no toleran a sus víctimas porque tienen o hacen algo que ellos no pueden hacer, ya sea tener altas calificaciones o ser demasiados buenos con los demás, son habilidades que les hacen falta pero que no quieren admitir.

Un último punto que no puede ser ignorado en el papel de los padres frente a sus hijos bully es el de tomar ayuda psicológica profesional para que los jóvenes puedan resolver sus conflictos y sentirse mejor consigo mismos y en su relación con sus pares.