Importancia de la empatía para combatir el bullying

El bullying escolar es una problemática que surge en edad temprana y la empatía es una herramienta muy efectiva para minimizarlo y hasta erradicarlo.

El problema del bullying escolar no solo se presenta entre los jóvenes adolescentes, sino que es una situación que también se desarrolla en las instituciones de educación primaria, ya que es a una edad temprana en donde aparecen los primeros signos de alerta. Por eso es sumamente importante que se les enseñen a los niños a relacionarse con los demás, a respetar a otros y, sobre todo, respetarse a sí mismos y no dejarse intimidar por los compañeros con quien comparte diariamente en el salón de clase.

Una de las herramientas más eficaces que tenemos a la mano tanto en las aulas escolares como en el hogar es enseñar a desarrollar la empatía, ya que permite a los niños ver al mundo bajo otra óptica, a colocarse en el lugar de otra persona y sensibilizarse con los sentimientos ajenos. Si un niño es capaz de ponerse dentro de la piel de una víctima de bullying escolar y así poder percibir lo que se siente en esa situación, se puede desarrollar un sentimiento que permita tener una inteligencia emocional la cual ayuda a generar conductas más empáticas.

Los niños expresan sus emociones de una manera muy diferente a cómo lo hace un adulto, por eso es necesario que los padres estén muy atentos de la forma como ellos se expresan cuando algo no les agrada, porque puede ser un indicio de que es una víctima de acoso escolar o en su defecto, un acosador. Los centros educativos son los primeros ambientes fuera del entorno familiar en donde el niño se desenvuelve con otras personas y deben ser garantes de una buena cordialidad.

Importancia de la empatía para combatir el bullying

Una manera de prevenir el acoso o bullying escolar es una educación que tenga como base la empatía ya que, a través de ella, se desarrolla una preocupación por el cuidado y bienestar de los demás, además de reducir y eliminar las conductas agresivas, violentas e impulsivas. Cuando un niño es empático y observa una situación de acoso o maltrato escolar es capaz de avocarse en ayudar a la víctima y buscar soluciones efectivas.

Se puede llegar a pensar que cuando un niño es empático es capaz de sentir lo mismo que una víctima de bullying, no es de todo cierto, lo que manifiesta que puede llegar a comprender los sentimientos que tiene esa persona. Lo que le impulsa a tener una actitud de ayuda para solventar el problema y buscar las medidas para minimizarlo o erradicarlo completamente.

En los institutos educativos se debe trabajar la empatía como algo primordial para ayudar a los alumnos a cultivar el amor hacia sus semejantes y buscar alternativas que contribuyan a fomentar la comunicación y la resolución de problemas.

Opciones para promover e impulsar la empatía en los salones de clase

Importancia de la empatía para combatir el bullying

1.- Juegos: Son una excelente manera de enseñar a los estudiantes la importancia de la empatía y, al mismo tiempo, aprenden valores fundamentales como la tolerancia, el respeto, las normas de convivencia y el decir que no sin sentir temor.

2.- Escucha activa: Esto se refiere a la capacidad de escuchar atentamente lo que otros quieren decir, comprender sus sentimientos y tratar de sentir lo que ellos sienten en situaciones de acoso o maltrato.

3.- Atención emocional: Es muy importante que los niños sean escuchados sin importar si la situación sea difícil o no. Cada estudiante debe sentirse cómodo a la hora de hablar para así, sentirse apoyado y comprendido, un gesto, un abrazo o simplemente estrechar la mano son opciones muy eficaces para demostrar la empatía.

Los padres también pueden empezar a enseñar la empatía en casa mediante el desarrollo de la autoestima y la independencia emocional de los hijos, de igual manera, dejar a un lado la sobreprotección para eliminar el individualismo, el miedo y el egocentrismo.

El objetivo de la empatía es que los niños aprendan a canalizar su rabia, temor, angustia, dolor y frustración por otros medios que no sean golpes y castigos contra otros compañeros.