Muchos somos los padres que nos preocupamos por nuestros hijos al descubrir el alarmante número de caso de bullying o acoso escolar, que ronda en América Latina y en nuestro país. Esta preocupación, un tema en aumento en las charlas con la familia, nos lleva a plantearnos una pregunta importante ¿Cómo puedo abordar un tema tan complicado con mi hijo?
Y aunque muchos creemos haber forjado una relación lo suficientemente sólida con nuestros hijos para que nos comuniquen si son acosados, la realidad es que el bullying genera un proceso psicológico muy particular que puede hacer que incluso el hijo más apegado a sus padres guarde silencio por miedo, preocupación o inseguridad.
Entonces, ¿Cómo podemos abordar el acoso escolar con nuestros hijos?
La es que cuando se trata del acoso se requiere de una participación activa del colegio, los padres y los estudiantes, todos en conjunto para hacerle frente al tema en todos sus niveles y asegurarse de 3 puntos esenciales que generan un gran impacto en cómo se desarrolla el bullying escolar:
- Generar conciencia del daño que causa el bully o acosador, a sus víctimas. Generando repudio a esas conductas.
- Crear canales de denuncia seguros que permitan que todos los casos de acoso, de cualquier tipo, sean denunciados y que se tomen medidas pertinentes a cada uno.
- Propiciar que sea la misma comunidad estudiantil y los compañeros quienes denuncien las conductas de acoso y generen rechazo en el bully.
El bullying es una conducta que afecta profundamente a nuestros niños y puede tener un impacto a largo plazo en su capacidad para establecer relaciones o reconocer relaciones de poder entre sus compañeros y él, por ello es importante que los padres tomemos una postura mucho más activa en estos casos y fomentemos la educación en casa desde los valores, el convivir y la tolerancia, para evitar que nuestros propios hijos se conviertan en acosadores a causa del ejemplo que les damos en cómo afrontar las adversidades y el cómo tratar a los demás.