Acoso escolar es un problema a escala global. Perú enciende las alarmas por numerosos casos de bullying, pues según la UNESCO ocupa el tercer lugar entre las naciones latinoamericanas con más denuncias reportadas.
Peruanos denuncian cuatro casos por semana de bullying. La cifra no toma en cuenta todos aquellos incidentes que se quedan sin ser denunciados, en el anonimato, por temor a represalias por parte de los agresores.
Instituciones como la Fundación Telefónica se han hecho eco de la preocupación manifestada por padres y representantes en torno a este tema; por ello, organizó recientemente en su sede de Lima un taller denominado ¿Sabes cómo influyen las redes sociales en nuestros hijos?, en el que abordó aspectos relacionados con el cyberbullying.
Representantes de una organización no gubernamental sin ánimos de lucro denominada Taller Protégeme fueron los encargados de esparcir sus conocimientos entre quienes asistieron a esta actividad, de carácter gratuito.
Escuelas peruanas, tanto públicas como privadas, reportan que los casos de acoso escolar van en ascenso sin que hasta ahora se tomen decisiones contundentes a nivel del gobierno nacional o los gobiernos distritales.
Encuestas recientes realizadas por la ONG Taller Protégeme revelan que más del 60 por ciento de la población infantil en edad escolar dice haber sido víctima del acoso escolar en algún momento. El estudio de opinión se realizó entre los años 2014 y 2016.
Cifras diversas revelan que las agresiones no sólo son físicas sino también verbales. El acoso también puede producirse a través del ciberespacio. Chiclayo es una de las regiones del país que más preocupa, en tal sentido.
Estudios recientemente divulgados por las Academias Nacionales de Ciencias revelan que el problema del bullying es quizá mucho más grave que el del alcohol o las drogas, pues está conduciendo a muchos jóvenes a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.
Escuelas estadounidenses a lo largo y ancho de ese país experimentan a diario el problema del acoso, sin que hasta ahora se haya encontrado una solución definitiva a este flagelo.