Rafael Nuñez - Acabemos con el acoso escolar

A costa del acoso escolar, muchos colegios se han convertido para los niños en lugares de agobio a causa de la violencia que son víctimas, ejecutadas por sus propios compañeros. Hay niños que por sin ninguna razón justificable sufren maltrato emocional y hasta físico, bien sea por represión, discriminación, homofobia, violencia sexual o castigo corporal, solo por llamar la atención.

Prevenir es también detener

La prevención del acoso en las escuelas es fundamental para detenerlo y solo puede ser exitoso cuando intervienen padres y maestros, brindando una confianza a la víctima para ayudarlo a detener la violencia.

Igualmente, hay que identificar los distintos tipos de violencia según sea por los niños o niñas, los varones tienen tendencia al uso de la violencia y las hembras se disponen a la exclusión social. Los avances tecnológicos han ampliado el alcance de esta violencia, haciéndolo un repudio o discriminación masiva.

Algunas ONG como Save the Children, se encargan de hacer hincapié en la prevención para evitar este tipo de situaciones, tomando en cuenta para estas medidas a los niños, familias y a los administradores de educación. Estas organizaciones brindan apoyo a través de talleres y cursos sobre el acoso, para darles herramientas que los ayude a enfrentar este tipo de situaciones, así como abrir espacios de diálogos para que los niños compartan las situaciones que los aquejan.

A través de estos cursos se pueden diseñar protocolos de actuación efectivos en los centros educativos, creando conciencia de cuáles son los focos y situaciones de riesgo que pueden generar situaciones abusivas. Igualmente, se le debe garantizar a la víctima que su situación será escuchada, al igual que se le apoyará para que erradique la situación.

Un buen método para identificar la violencia antes que ocurra

La profesora Kathy Pitt implementó un ejercicio, donde cada viernes por la tarde les pide a sus estudiantes que escriban en una hoja los nombres de cuatro niños con quienes les gustaría sentarse la semana siguiente, sin crear la expectativa que sus deseos serán cumplidos.

Asimismo, los niños también deben indicar el nombre del compañero que para ellos se comportó de forma excepcional. Las votaciones se mantienen de forma anónima. Luego de tener estos papeles sobre el escritorio, la maestra Pitt busca patrones que pueda identificar:

¿Qué nombre no quiere nadie?

¿Quién no sabe junto a quien quiere sentarse?

¿Quién no recibe la suficiente atención para ser votado?

¿Quién tenía un millón de amigos la semana pasada y ninguna esta semana?

Con este método la maestra puede identificar a los niños que están solos. Aquellos que tienen dificultad de hacer amigos. De esta manera puede identificar quien acosa y quien está siendo acosado. Esta práctica lo hace Kathy Pitt desde la matanza de Columbine en 1999 cuando dos estudiantes asesinaron a 13 personas a causa del bullying.