¿Qué es el deseo sexual?

El deseo sexual, o más conocido como «la líbido», es la tendencia a comportarse de tal forma que la persona busca activamente aquellas circunstancias que potencien la oportunidad de tener contacto o intercambio sexual con otro individuo o con uno mismo.

No obstante, cuando el deseo sexual se ve reducido e, incluso, inhibido, suelen aparecer las denominadas disfunciones sexuales, las cuales dificultan y/o impiden el disfrute o la satisfacción del sexo en cualquiera de las etapas.

Dentro de las disfunciones sexuales se pueden encontrar, a su vez, diferentes subtipos tales como la aversión al sexo, eyaculación retardada, trastorno eréctil, trastorno orgásmico, trastorno del interés o excitación sexual, trastorno del deseo sexual hipoactivo, entre otros.

¿Qué es el Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo?

Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH)

El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) consiste en la carencia o déficit recursivo y/o constante de deseo sexual y de pensamientos eróticos acompañado de angustia personal o relacional, la cual es clave para su diagnóstico. Se destaca que este no puede ser achacado a una condición médica o psiquiátrica, o al uso de sustancias o medicamentos.

Además, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su quinta edición (DSM-5) establece que los síntomas del TDSH tienen que haber estado presentes durante mínimo seis meses y haber provocado un malestar significativamente importante en la persona. De hecho, el malestar está estrechamente relacionado con la gravedad del propio trastorno (leve, moderado o grave).

El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) ha sido estudiado tanto en hombres como en mujeres, aunque más en estas últimas. Según algunos estudios, el 22% de las mujeres frente al 5% de los hombres experimentan este tipo de disfunción y, además, hasta el 40% de las mujeres serán diagnosticadas de este trastorno a lo largo de su vida, siendo, por tanto, el trastorno sexual femenino más prevalente.

¿A qué se debe el Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo?

¿Qué se entiende por sexualidad?

Una de las múltiples dimensiones que componen a los seres humanos como unidad integral es la sexualidad.

La sexualidad es un constructo social que va surgiendo en el individuo a través de la incorporación de las experiencias que va viviendo y del propio significado cultural que va adoptando con respecto a las conductas y pensamientos sexuales.

Por lo tanto, ésta la conforman diversos factores, tales como culturales, socioeconómicos, religiosos o espirituales, éticos, biológicos y psicológicos. De hecho, el propio Modelo Secuencial de la Conducta Sexual Humana propuesto por el Dr. Carrobles (1990) establece que la conducta sexual humana está determinada por constructos biopsicosociales (biológicos, psicológicos y socioculturales).

¿Cuáles son las causas del Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo?

Causas fisiológicas

Climaterio femenino

Los problemas de tipo sexual suelen volverse más comunes entre mujeres de 44 a 65 años debido a los problemas de lubricación vaginal por la menopausia. Esto puede darse por la caída de los niveles de estrógenos, los cuales se encargan de mantener lubricados y saludables los tejidos vaginales y regular la menstruación.

Variación de los niveles de estrógenos según la edad
Climaterio masculino

Los problemas de tipo sexual suelen volverse más comunes a medida que los hombres comienzan a envejecer. Esto podría deberse a un déficit de testosterona total y libre, siendo el principal síntoma reportado la disfunción eréctil.

Embarazo

La literatura muestra que durante el periodo que dura el embarazo, las mujeres suelen reportar una disminución del deseo sexual tanto antes (20.2%) como durante (51%).

Lactancia

El deseo sexual tanto la capacidad de alcanzar el orgasmo puede verse reducida debido a los cambios hormonales propios de la lactancia como por la fatiga por el cuidado del infante.

Fatiga

El hecho de que existan determinantes sociales de salud, las creencias sociales y culturales sobre la feminidad y la masculinidad, y las tareas asociadas a cada género pueden tener como consecuencia un aumento de la angustia personal, lo cual, a su vez, tenga repercusión sobre el ámbito sexual.

Causas médicas

El trastorno del deseo sexual hipoactivo podría ser una de las múltiples consecuencias de las diferentes enfermedades que pueden sufrir las personas. Se distingue entre:

  1. Afecciones médicas: menopausia inducida quirúrgicamente, hipotiroidismo, hiperprolactemia tumoral y/funcional, hipogonadismo, disfunciones del suelo pélvico, trastornos autoinmunes, tumores hipofisiarios, esclerosis múltiple, síndrome de Klinefelter, insuficiencia renal, enfermedades hepáticas crónicas, diabetes mellitus, trastornos hematológicos (entre otros).
  2. Trastornos psicológicos: depresión, trastornos de ansiedad (ej. Trastornos de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo), trastornos de la conducta alimentaria, trastorno por adicciones, síndrome de estrés post-traumático (entre otros).

Es importante mencionar que algunos estudios han encontrado que la depresión suele estar presente cuando se realiza un diagnóstico de TDSH; por lo tanto, es altamente recomendable evaluarla al ser uno de los principales factores de riesgo para el trastorno del deseo sexual hipoactivo.

Causas farmacológicas

Los principales fármacos que se han estudiado y que se ha visto que tienen relación con el trastorno del deseo sexual hipoactivo son:

  1. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): las personas suelen manifestar disminución del deseo sexual y anorgasmia.
  2. Antipsicóticos: se caracterizan por bloquear los receptores D2 y, por tanto, aumentar la prolactina. De riesgo de más a menos grave destacan la risperidona, los antipsicóticos tradicionales y, por último, la ziprasidona.

Causas psicógenas

Factores cognitivos y socio-culturales

El Modelo Integrativo de Deseo Sexual propuesto por Joana Carbalho y Nobre establece que los factores cognitivos tales como la vergüenza, la tristeza, la carencia de pensamientos sexuales o las propias creencias sexuales de cada persona son los principales predictores de un escaso nivel de deseo sexual.

Por otra parte, existen diversos factores que también pueden estar influyendo en esta problemática, siendo algunos los siguientes:

  1. Estrés laboral, económico, familiar o personal.
  2. Falta de aceptación hacia algunas orientaciones sexuales.
  3. Inconformidad con respecto a la propia imagen corporal.
  4. Falta de educación sexual.
  5. Trauma debido a un abuso sexual, violación o incesto.
  6. Influencia de las creencias culturales.
Trastorno del deseo sexual hipoactivo como consecuencia

Estudios concluyen que sufrir deseo sexual reducido es una de las consecuencias subyacentes a una disfunción sexual principal. Es decir, en el caso de las mujeres, las disfunciones sexuales principales serían los trastornos de excitación sexual, del orgasmo o coito doloroso y, en el caso de los hombres, la disfunción eréctil o los trastornos eyaculatorios retardados o prematuros.

Relaciones de pareja

Cuando los individuos se encuentran en una relación de pareja, en ocasiones, el TDSH puede aparecer por diversos motivos, entre ellos destacan los diez siguientes:

  1. Conflictos de pareja y/o discusiones continuas y prolongadas sin resolver.
  2. Estrés en uno de los componentes por el bajo deseo sexual del otro.
  3. Cambios físicos y/o psicológicos en uno de los componentes.
  4. Consumo de sustancias por parte de algún miembro.
  5. Violencia física y psicológica.
  6. Infidelidad y ruptura de la confianza en la pareja.
  7. Monotonía en parejas de larga duración (satisfacción a nivel matrimonial pero no sexual).
  8. Carencias comunicativas generales (incluyendo la comunicación erótica y sobre las preferencias sexuales).
  9. Déficit de intimidad y encuentros sexuales.
  10. Sentimientos de culpabilidad debido a la presión de la otra parte de la pareja.
Trastorno del deseo sexual hipoactivo

¿Cuáles son los principales síntomas del trastorno del deseo sexual hipoactivo?

Los principales síntomas del trastorno del deseo sexual hipoactivo son:

  1. Falta de pensamientos sexuales.
  2. Ausencia de interés en la práctica sexual propia o de pareja.
  3. Escasa receptividad con respecto a las insinuaciones de la pareja.
  4. Falta de lubricación en las mujeres.
  5. Falta de erección los hombres.

¿Existen diferentes tipos de TDSH?

El propio Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) se clasifica dentro de la categoría de las diversas disfunciones sexuales que existen. No obstante, el TDSH cuenta con su propia clasificación en función del momento y de las circunstancias en que este aparece, siendo la siguiente:

  1. TDSH Primario: el problema ha estado latente desde que se ha llegado a la madurez sexual.
  2. TDSH Secundario: el problema empezó tras un periodo normal de relaciones sexuales.
  3. TDSH Generalizado: el problema no se limita a determinadas parejas, situaciones o estimulaciones.
  4. TDSH Situacional: el problema se limita a determinadas parejas, situaciones o estimulaciones.

¿Cómo se trata el TDSH?

Para poder tratar el TDSH se tiene que realizar desde un abordaje biopsicosocial, ya que el deseo sexual cuenta con factores sociales, contextuales, culturales, psicológicos y biológicos.

Evaluación del TDSH

Previamente a establecer el tratamiento para el trastorno del deseo sexual hipoactivo se tiene que proceder a la realización de una evaluación psicológica y fisiológica exhaustiva. Para ello, sería recomendable:

  1. Establecer la historia clínica del paciente de manera pormenorizada.
  2. Realizar pruebas médicas complementarias (ej. Hormonales y hemogramas).
  3. Contestar cuestionarios y/o autorregistros (ej. WSID-SF, registro de actividades sexuales en mujeres posmenopáusicas, Índice Internacional de Función Eréctil).

Intervención del TDSH

Intervención psicológica

En el plano psicológico existe evidencia de que la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es de utilidad al trabajar a partir de cuatro enfoques:

  1. Trabajo con las respuestas emocionales, conductuales y cognitivas.
  2. Diversidad de técnicas.
  3. Educación integral en sexualidad y salud.
  4. Autoevaluación.

Esto es así ya que las disfunciones sexuales pueden ser causadas e, incluso, empeoradas debido a factores mentales.

Las técnicas utilizadas por la TCC para el trastorno del deseo sexual hipoactivo suelen ser las siguientes:

  1. Desensibilización sistemática con focalización sensorial.
  2. Reconocimiento orgásmico orientado al reconocimiento progresivo de las sensaciones pre-eyaculatorias.
  3. Técnica de la relajación muscular progresiva de Jacobson.
  4. Técnica de la dilatación vaginal y suelo pélvico.
  5. Técnica del Start-Stop.
  6. Entrenamiento en masturbación de Masters y Johnson.

Intervención farmacológica

El hecho de sufrir de deseo sexual hipoactivo, como se veía en anteriores apartados, puede cursar con sentimientos de ansiedad ante las situaciones eróticas; por ello, a parte de intervenir de manera psicológica, la intervención farmacológica suele realizarse con Alprazolam.

Adicionalmente, el tratamiento farmacológico por excelencia para este tipo de disfunciones suele conllevar compuestos hormonales, los cuales deben ser dispensados por especialistas en endrocrinología. Estos tratamientos suelen llevarse a cabo a través de las Terapias de Sustitución con Andrógenos.

Referencias bibliográficas

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