La terapia por videoconferencia es una forma de psicoterapia donde el psicólogo o la psicóloga atienden de manera online. Usando la tecnología, se puede ir al psicólogo sin salir de casa, a través de una plataforma de videollamada. Esto hace que podamos disfrutar de numerosas ventajas, lo que convierte al psicólogo online en una elección que va en aumento.

Terapia por videollamada

Aunque la psicoterapia es algo cada vez más extendido y su uso se remonta a décadas atrás, la terapia por videoconferencia es relativamente nueva. Consiste en recibir atención psicológica a través de Internet, con el uso de diferentes plataformas de videollamada. Eso hace que, desde cualquier lugar del mundo, puedas ser atendido por una psicóloga o un psicólogo.

El funcionamiento de la terapia por videollamada es sencillo, ya que funciona como la terapia tradicional, pero con ventajas añadidas. Lo único que se debe hacer es, acordado un día y una hora de sesión, conectarse a la plataforma elegida y ser atendido por tu psicóloga o psicólogo.

Su incremento en los últimos años

La terapia por videoconferencia lleva con nosotros desde hace unos años, casi tanto como el uso de la webcam. Sin embargo, ha sido a raíz de la pandemia cuando se ha ido extendiendo de forma exponencial y abrupta. Nos hemos acostumbrado y familiarizado con otro tipo de contacto social, el que se hace a través de una pantalla. Hemos perdido miedos y prejuicios, ganando en seguridad y cercanía con el uso de las videollamadas. Esto hace que la terapia por videoconferencia sea cada vez más fácil para todo el mundo.

Aunque ciertas situaciones sociales vividas tienen consecuencias negativas para nosotros, también empujan cambios a pasos agigantados. El ser humano busca la adaptación, el desarrollo y la transformación. Por tanto, en situaciones donde lo cotidiano se rompe, como ir a terapia de forma presencial, cogemos nuevos y no tan nuevos modelos y los usamos para avanzar.

¿Qué ventajas tiene la terapia por videollamada?

Cuando hablamos de la terapia por videoconferencia, tenemos que tener en cuenta las ventajas que nos ofrece. Pero tenemos que partir de una base: cuenta con las mismas condiciones que la terapia tradicional, sumándole ventajas extra. Temas como la confidencialidad, la escucha activa, la búsqueda de la objetividad o la empatía aparecen también en la terapia por videoconferencia.

¿Con qué ventajas contamos al hablar con un psicólogo por videoconferencia?

Gano tiempo

Con la terapia por videoconferencia ganamos una gran cantidad de tiempo. Si vivimos en grandes ciudades, cualquier desplazamiento ocupa, mínimo, media hora de nuestro tiempo. Y si no tenemos una consulta cerca, ocurre lo mismo. Con este tipo de terapia, al no tener desplazamientos y ofrecernos cierta flexibilidad, ganamos tiempo.

No hay distancia física

Es, sin duda, de las ventajas clave de la terapia por videoconferencia. Nos permite que, estemos donde estemos, podamos ser atendidos por un psicólogo o una psicóloga. Tanto si vivimos en otro país como si nos es complicado movernos por trabajo, la terapia se ajusta a nosotros. No hay barreras físicas de ningún tipo. Solo tenemos que estar conectados a Internet, por WiFi o a través de la Red.

Flexibilizo mi tiempo

Trabajar con este tipo de terapia nos permite cuadrar mejor las agendas. No hay desplazamientos y puedo hacerlo en horas sueltas, lo que facilita mucho el poder tener sesiones. El tiempo no es una excusa y se puede ajustar mejor a nuestro ritmo de vida actual.

La confidencialidad aumenta

Al tratar con cualquier psicólogo o psicóloga, hay unas normas éticas y de confidencialidad. El secreto profesional rige toda la sesión. Al estar en terapia por videoconferencia, dicha confidencialidad aumenta. Al no haber desplazamientos, ninguna persona sabrá que estamos entrando en una consulta de Psicología. Aunque estemos visibilizando y normalizando cada vez más la terapia, nos sigue costando hablarlo.

Cómodo y sencillo

La terapia por videoconferencia es, ante todo, cómoda. La puedes hacer desde cualquier sitio, se adapta a ti y, en el caso de encontrarte en casa, estarás en la comodidad de tu sofá. Eso elimina barreras como el no sentirte en tu zona de seguridad que, para muchas personas, es su propio hogar.

Mayor contenido

Con el buen uso de la tecnología y entendiendo bien su funcionamiento, podemos dar una mayor profundidad a la terapia. Por ejemplo, el uso de contenidos multimedia o el poder hacer ejercicios que están en nuestro ordenador, nos permite ampliar conocimientos y tener una gran cantidad de recursos a nuestro alcance.

Una terapia para todo el mundo

Hace un tiempo podríamos haber dicho que la terapia por videoconferencia no estaba diseñada para todo el mundo ni para todos los tipos de problemas psicológicos. Sin embargo, la tecnología e Internet están, a día de hoy, plenamente instaurados en nuestras vidas.

Los requisitos que necesitamos para poder realizar la terapia por videoconferencia con nuestro psicólogo o psicóloga es contar con un dispositivo conectado a Internet, una app que haga videollamadas y poder realizar los pagos. Esto hace que cualquier persona pueda beneficiarse de ello, ya que, en mayor o menor medida, todos podemos hacerlo.

La mayor dificultad suele ser el uso de las plataformas de videollamada, pero WhatsApp, por ejemplo, es una alternativa muy fácil que puede ser usada también, especialmente con personas que no tienen un gran manejo del teléfono móvil.

Dar el paso

Vistas todas las ventajas que nos ofrece la terapia por videoconferencia, el único problema que podríamos tener es dar el paso. Cuando nos enfrentamos a los procesos terapéuticos, también podemos sentir miedo o vergüenza. Esto genera una serie de barreras que ralentice la búsqueda de ayuda o el acudir a terapia, tanto presencial como online. La terapia por videoconferencia puede acelerar este proceso, ya que aumenta la confidencialidad, es flexible y se puede realizar desde cualquier parte. Al romper todas las barreras, puede reducir miedos o desconfianzas.

Sin embargo, siempre tenemos que ser pacientes con nosotros mismos y saber que cada cosa lleva su tiempo y todo tiene su momento. Desde ahí, basándonos en el amor propio, daremos el paso cuando nos sintamos preparados.

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