Testimonio de Ludmila:

Hola me llamo Ludmila y tengo 17 años. Voy a quinto año de una escuela pública de Laferrere, en el partido de La Matanza (avanza), en la Provincia de Buenos Aires. 

Me gusta cantar y bailar también. Crecí en una casa donde mi abuela y mi mamá eran fans (en realidad aún son fans), de Irene Cara y de su ‘Fama’ y ‘ Flashdance’. Mi vieja quería ser bailarina pero quedó embarazada de mi y se le frustró. Por eso cuando yo era chiquita y cantaba, las volvía locas a ambas. Con el tiempo empecé a bailar un poco también. 

El año pasado para el día de la primavera que es también el ‘Día del Estudiante’, hicimos una peña en la división. Vinieron chicos de otras divisiones y cantamos con un par de guitarras que habían traído. A mi me gusta Karina La Princesita y por eso elegí cantar su hit: ‘Mentiroso’. Fue tan aplaudido que cuando nos íbamos, había tiempo para una canción más y todos me pidieron que la canta una vez más. Todos se sumaron a los coros y hubo un par de chicas, que ya venían de malas conmigo y a partir de ahí, abiertamente me odiaron.

Las chicas que menciono tienen 18 y 19 años, son repetidoras y las dos salen con pibes que venden de ‘todo’ y andan en cosas raras. Uno llega a buscarla con una moto Benelli que se sabe que es ‘clavada’ (1), sin embargo nadie denuncia y nadie dice nada.

La clase siguiente a la peña estas dos pibas me empezaron a molestar. Tirándole bolitas de papelito a la cabeza, como se sientan atrás de todo, hacen lo que quieren. Después chistecito va, chistecito viene: que 

‘ahí viene Karina’, ‘guarda que se enoja la Princesita’ 

y cosas así. Día tras día. Se sumó Instagram y tuvo que borrar el Facebook porque ya era demasiado.

Este año, al comenzar, lisa y llanamente me invitaron a pelear a la salida. Los novios de ambas estaban presentes cuando me insultaron y por fortuna, vino mi mamá a buscarme (casi nunca viene pero ese día tenía franco y pasó). Mi mamá les paró el carro a ambas y les dijo a los tipos que sabía de ellos y que iba a denunciarlos. Cuando pasan ese tipo de cosas, en que una situación escala a un nivel mayor de agresividad y se involucran terceros que encima andan en las malas; todo puede terminar trágicamente. 

¡Estamos en La Matanza! ¿Se entiende? Supongo que sí. 

Por eso mi vieja optó por contactar a algunos familiares y amigos, a ver que hacíamos. 

En un arrebato de locura pensé en matarme porque si me hacían algo a mi, vaya y pase pero si tocaban a mi mamá o a mi abuela, no podría soportarlo. Lo hablé con mi mamá y ella que siempre sabe qué hacer, no me gritó ni me retó. Me dijo, 

» – ¿estás loca?. Esto lo vamos a arreglar nosotras tres y listo.

Decidimos que no iba a ir a la escuela hasta que las cosas estén un poco más claras. Incluso pensé en dejar el año. Sin embargo, mi abuela dio con Bullying Sin Fronteras. Les envió un mensaje y hablaron con ella pensando que era mi mamá. Mi abu tiene 49 años pero parece mucho menos. Al día siguiente estábamos las tres frente a la pantalla y por Zoom nos dimos cara a cara con el Dr. Javier Miglino, el Director de Bullying, que encima es abogado y conoce La Matanza.

Le contamos lo que pasaba y la bronca a partir de mi performance de Karina La Princesita, más los pibes novios de estas pibas y otros.

Javier nos dijo que estaba perfecto que me guste cantar y bailar y encima si lo hacía bien, mejor que mejor. 

» – Karina es una grosa y muchas chicas sueñan con ser como ella. Si tenés un par de compañeras que solo quieren molestarte, haciéndote bullying y estas chicas tienen novios que están más cerca de la cárcel que de la universidad, el problema no es tuyo, Lu. El problema es de ellas», nos dijo el Director de B.S.F.

Prometió que al otro día hablaría con la escuela y con la fiscalía de turno para contar lo de la moto y lo de los pibes, atento a que según él; había peligro real inminente de una agresión, tanto hacia mi como hacia mi familia.

Pasaron dos días y volví a la escuela. Javier había cumplido su palabra porque cuando llegué había un patrullero en la puerta con dos polis y la directora de la escuela estaba bastante preocupada. Reunió a todas las docentes de mi curso y frente a mi mamá y mi abuela se comprometió a que no habría violencia ni agresiones. Las chicas que me molestaban habían sido apercibidas y como eran repetidoras, las invitaron a cambiar de escuela. Cosa que seguramente hicieron porque llegamos a abril y no las volví a ver. Y a los novios tampoco.

Miento, a uno de ellos pude verlo cuando lo detenían en una cámara de seguridad que pasaron en Telefé. Venía con una moto (con su moto Benelli), clavada. Un tipo de ley había pedido que investiguen a ambos pibes y los dos cayeron. El otro cayó vendiendo drogas en Isidro Casanova, días después.

Ahora, canto en casa, canto en la escuela, canto en la calle. Me gustaría tener suerte y poder llegar a ser una Karina La Princesita. Incluso tengo mi propia versión de «Muchachos», la canción que con música de La Mosca, se convirtió en el tema oficial del ‘Dos de Mayo, Día Mundial Contra el Bullying’ y que vi en YouTube que hicieron unos chiquitos geniales de Salta. En una de esas me animo y la filmo y la subo a Tik Tok.

Mientras tanto quiero agradecer a Javier y a Bullying Sin Fronteras. Sin pedir nada a cambio me salvaron el año y la tranquilidad. Y en el camino les regalaron una espléndida sonrisa a mi mamá y a mi abuela. Las tres estamos en deuda con ustedes. Un día cuando tenga fama como Karina La Princesita, voy a encontrar la forma de que todo el mundo sepa de ustedes. Incluso estoy escribiendo una canción titulada: ‘Karina La Princesita y Bullying Sin Fronteras salvaron a Ludmila’.

Ludmila. 

(1) robada

Puedes enviarnos tu testimonio contra el bullying al correo:

bullyingsinfronteras@gmail.com

Adjunta una imagen de una hoja con tu firma o la de alguno de tus padres, si tienes menos de 18 años. En la hoja de papel en blanco debe decir: AUTORIZO A BULLYING SIN FRONTERAS A REALIZAR LA PUBLICACIÓN DE MI TESTIMONIO. SIEMPRE SALVAGUARDANDO MI IDENTIDAD.

Un teléfono de contacto es suficiente para que podamos chequear la información.

Por último, por razones de espacio, no podemos publicar todos los testimonios.

EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO INTERNACIONAL.

ONG INTERNACIONAL BULLYING SIN FRONTERAS

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