¿Qué es la terapia de la Gestalt? ¿en qué consiste?

La terapia de la Gestalt se encuentra enmarcada dentro de la psicología humanista y sostiene que estar “psicológicamente sano” no está relacionado con no presentar una enfermedad, sino que consiste en una experiencia con una serie de características (p. ej. creatividad, flexibilidad, capacidad de adaptación…), apareciendo la patología cuando dicha experiencia comienza a transformarse o mantenerse rígida alejándose de lo que se entiende como un estado saludable.

Esta defiende que los organismos están constantemente interactuando con su entorno; es decir, ellos influyen en el entorno de la misma forma en la que el entorno influye en ellos. Pongamos un ejemplo: así como las abejas necesitan del alimento que pueden obtener de las plantas, cuando estas se desplazan algunos de los nutrientes van cayendo al suelo, los cuales después de un tiempo pueden llegar a crear una nueva vegetación, manteniéndose así el ciclo.

Por lo tanto, rechaza el concepto de individualismo (estudio únicamente del organismo) y trabaja desde un concepto holístico (estudio del organismo y su entorno), ya que postula que no se puede entender al organismo en su totalidad sin tener en cuenta el contexto con el que/en el que la persona se relaciona.

Características de la terapia de la Gestalt

Los principios de la terapia Gestalt se basan en diferentes características, tales como:

  1. El gran énfasis por el presente de la persona. Lo que interesa es lo que le está sucediendo en el ahora, quedando al margen el pasado y el futuro de la persona (a menos de que estén generando un malestar en la actualidad).
  2. Permite que la persona alcance una percepción global de lo que le está sucediendo, ya que aboga que las experiencias no pueden estudiarse como algo compuesto de elementos que pueden comprenderse aisladamente, sino que para poder entender dicha dimensión es necesario entenderla desde el conjunto que la compone.
  3. Considera al individuo como un ser con capacidad de autorregulación. Es por ello por lo que el terapeuta intentará conseguir que el individuo recupere dicha capacidad haciendo hincapié en la toma de consciencia de las necesidades y las emociones para potenciar la toma de decisiones y las estrategias de afrontamiento a partir de la experiencia y los recursos que presente la persona.
  4. Apuesta por el autoconocimiento y la recuperación del contacto entre la persona y su entorno para poder satisfacer las necesidades; por ello, es necesario que se trabaje sobre la percepción, las emociones, las cogniciones, el movimiento, etc.

En conclusión, postula que en función de la interacción entre el individuo y su entorno, se crean una serie de experiencias que serían el resultado de cómo se interpreta la realidad desde el propio marco personal, lo cual hace referencia a la “forma” (como se explicará en el apartado 2). Dichas experiencias pueden condicionar a las personas en su forma de tomar decisiones, por lo que será necesario guiar a la persona a descubrir diversas formas de afrontamiento para poder responder de una manera adaptativa y satisfactoria.

¿Cuál es su origen?

«Fitz» Perls y Laura Posner

La terapia de la Gestalt fue creada en la década de 1940 por Frederick S. Perls (más conocido como «Fitz» Perls), psiquiatra y psicoanalista alemán, y por su esposa Laura Posner, la cual posteriormente se doctoró en psicología de la Gestalt.

Frederick S. Perls («Fitz»)

Ambos se mudaron a Nueva York una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, conociendo a Paul Goodman, quien se encargó de redactar el libro que fundaría la terapia de la Gestalt (Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality) en 1951.

Como consecuencia, la terapia de la Gestalt se dividió en, por un lado, Laura Perls junto con terapeutas conversadores de la idea original, quedándose trabajando en el Instituto de la Terapia de la Gestalt de Nueva York; y, por otro lado, “Fitz” Perls, quien se mudó a California para demostrar este tipo de psicoterapia, consiguiendo que se hiciese más conocida y que cada vez se extendiese más. No obstante, comenzó a abandonar y a despreciar todo lo que tenía que ver con la “teorización de la mente”, por lo que impulsó una práctica alejada de las bases teóricas.

Influencias de otras corrientes

Como se mencionaba anteriormente, la terapia de la Gestalt se enmarca dentro de la psicología humanista (desarrollada entre 1950 y 1960), surgiendo como contraposición a otras corrientes cuyos focos eran analíticos y comportamentales. Por lo tanto, esta aboga por entender la naturaleza humana como un todo y no como una suma de diferentes partes, las cuales no pueden comprenderse aisladamente.

La terapia de la Gestalt gozó de la influencia de la corriente existencialista con Paul Tillich y Martin Buber, postulados sobre las ideas del ser, la relación yo-tú, las consecuencias de las acciones en la experiencia inmediata y la importancia del cómo en vez de por qué una persona tiene un modo de comportarse;, la escuela de teatro de Max Reinhart y el movimiento artístico de la Bauhaus, las ideas sobre el “holismo” de J. C. Smuts, el psicoanálisis con Wilhelm Reich, Karen Horney y Sigmund Freud (entre otras).

El psicoanálisis de Sigmund Freud

Como parte de la influencia de Sigmund Freud, esta terapia cuenta con aspectos relacionados con el psicoanálisis, como pueden ser los mecanismos de defensa, la importancia del darse cuenta (percepción global de la experiencia presente) y el abordaje de la neurosis; sin embargo, también presentan algunas diferencias, tales como:

  1. El psicoanálisis defiende que la persona se confronte con aquellas experiencias del pasado que no ha superado pero que residen en el subconsciente para poder crear nuevas estrategias de afrontamiento y comportamientos más adaptados.
  2. La terapia de la Gestalt se encarga del estudio de cómo las experiencias pasadas están influyendo en el presente para que la persona afronte, de una manera más sana, la situación.

El psicoanálisis de Reich

El psicoanálisis de Reich (1897-1957) trabaja desde la forma de expresión de la persona; es decir, defiende que el cómo se expresa la persona a través de sus sentimientos y emociones (ej. Estar sometido a un constante estrés puede provocar contracción muscular) es mucho más significativo que el contenido de sus palabras. Por ello, la terapia de la Gestalt adopta dicha idea con el objetivo de que la persona ponga atención a su cuerpo y trabaje a partir de la expresión de esas emociones, por lo que será necesario que adopte un papel activo en la terapia.

La Psicología de la Gestalt y el Principio Figura-Fondo

Adicionalmente, cuenta con la influencia de los propios postulados de la psicología de la Gestalt, la cual consistía en una escuela fundada por las diversas investigaciones de Max Wertheimer (1880-1943) cuyas bases teóricas estaban, sobre todo, basadas en la investigación de la percepción humana y la relación entre “figura-fondo”.

Con respecto a la relación figura-fondo (Gestalt), se destaca que la figura es todo aquello que sobresale o que se encuentra en un primer plano con respecto a un fondo, por lo que toda figura que no tiene fondo carece de sentido al percibirse de manera global a ambos. Gracias a esta explicación se llegó a la conclusión de que la persona no puede estudiarse ni ser separada de su contexto como algo individual, pues se nutre del entorno para poder satisfacer sus necesidades (las cuales, para esta teoría, se representan como “figuras que sobresalen”).

¿Qué ventajas tiene o en qué casos está indicada?

La terapia de la Gestalt presenta la ventaja de que potencia el desarrollo y la mejora de del autoconocimiento con el objetivo de lograr que la persona esta tome una mayor conciencia de sí misma para ser capaz de reconocer, reflexionar y tener un control de sus propias emociones, sentimientos, experiencias, comportamientos, etc., para que pueda vivir de manera más satisfactoria y plena.

La nueva forma de afrontar las situaciones que ha adquirido la persona también tiene un impacto en su entorno. Es decir, la persona también podrá potenciar y prosperar en otros ámbitos, tomando como ejemplo sus relaciones interpersonales, ya que se insta a reflexionar y a tomar conciencia acerca de los comportamientos y las consecuencias que estos tienen para que así pueda tomar responsabilidad de los mismos.

Este tipo de terapia es recomendable en todos aquellos casos en los que haya habido una alteración de la función psíquica debido a una crisis psicológica personal y/o interpersonal o a una experiencia traumática. Dichas crisis suelen conllevar emociones, pensamientos y sentimientos de soledad, frustración, ansiedad, desesperanza, depresión, apatía, estrés, distorsiones de realidad (entre otras).

La terapia de la Gestalt puede ser una herramienta beneficiosa para diversos trastornos mentales tales como: depresión, ansiedad, conducta alimentaria, los relacionados con el estrés, las adicciones, etc.

Además, se ha considerado de ayuda en casos como conflictos de pareja, crisis del sentido personal, crisis de valores personales, estrés postraumático, pérdida y duelo de seres queridos, maltratos o abusos en la infancia, problemas paternofiliales, dolor crónico y/o enfermedades severas o incluso en ideación suicida.

¿Qué herramientas o técnicas emplea?

La terapia de la Gestalt utiliza una serie de herramientas para poder trabajar con el sufrimiento de las personas con el fin de reducirlo y, por tanto, potenciar una mejor calidad de vida y bienestar.

El «darse cuenta»

El terapeuta lleva a cabo una psicoeducación con la persona acerca de permitirse sentir y mostrarse abierto ante todas las experiencias que va atravesando para poder darse cuenta de sus emociones, sensaciones, preocupaciones y reacciones para poder reflexionar acerca de estas y modificar su estilo de afrontamiento hacia uno más adaptativo.

La teoría paradójica

Consiste en llevar a cabo una integración de las polaridades de la mente (secuencias de elementos opuestas) y obtener un punto cero de equilibrio. Esto consiste en que la persona trabajará la autoaceptación plena y la responsabilidad propia para poder actuar de forma diferente.

La silla o el diálogo vacío

Consiste en una técnica donde en diferentes sillas se van “colocando” las diversas experiencias que están afectando a la persona. Uno de los casos por excelencia donde esta técnica es utilizada es cuando hay un conflicto personal o interpersonal. Por ejemplo, si el usuario ha tenido un conflicto con una persona, este tendrá que imaginarse que en la silla se encuentra el individuo con el que ha tenido el conflicto y, de esta forma, dejar que las emociones empiecen a fluir.

Esta técnica es dinámica, pues el terapeuta puede ir adaptándola (ej. Sentarse él en la silla y hacer de la persona con la que se tiene el conflicto para que la persona trabaje en cómo reaccionaría, decirle que se ponga en la situación contraria para poder ver las consecuencias que tienen sus acciones y tener una perspectiva más global, etc).

El uso de técnicas proyectivas

En ocasiones en la terapia Gestáltica se hace uso de herramientas como la pintura, los cuentos, la escritura, etc., con el objetivo de poder conocer las proyecciones de la persona a lo largo del proceso de realización; es decir, se centran en el “cómo” más que en el «por qué».

El trabajo con los sueños

Se puede trabajar con los sueños de dos formas:

  1. Concibiendo a los sueños como proyecciones integradas de los elementos de las experiencias.
  2. Entenderlos como algo que el paciente está reprimiendo y que no se atreve a enfrentarse a ello de manera directa.  

¿Tiene riesgos la terapia de la Gestalt? ¿cuáles son?

Uno de los principales riesgos a destacar de esta terapia es la escasa evidencia empírica que posee; no obstante, esto se desarrollará más detenidamente, ya que este más bien se centrará en conocer los posibles riesgos que pueden surgir en el paciente, en el terapeuta y en la relación entre ambos (que es donde más se trabaja desde este enfoque).

Riesgos en la relación terapeuta-paciente

Aunque es cierto que el autoconocimiento, el control de las propias acciones y la responsabilidad de las consecuencias es algo que parece beneficioso, en ocasiones si esto se lleva al extremo puede provocar una desconexión; es decir, adoptar una filosofía de “vivir el momento” bajo un comportamiento hedonista y egocéntrico al potenciar el centrarse en sí mismo.

De lo contrario, puede darse una extrema conexión a la terapia, es decir, al centrarse esta en la relación usuario-terapeuta, dicha relación puede derivar en una dependencia por parte del paciente, no llegando por tanto a autoconocerse de manera profunda (sino más bien superficial) ya que la situación se resuelve en terapia.

Adicionalmente, es importante destacar como riesgo que los terapeutas pueden sugestionar a las personas en el proceso de autoconocimiento, abandonando por lo tanto los usuarios su papel activo en la terapia (ej. “Te sientes mal ¿verdad?”).

Otros riesgos

Las personas pueden mostrarse…

  1. Reticentes con respecto a la forma de trabajo del psicólogo en función de su historia de vida y personalidad, e incluso de los objetivos, debido a que muchas personas acuden a consulta buscando una solución temprana.
  2. Abrumados debido a la exposición a las emociones que han estado reprimidas, por lo que podría decirse que es una terapia muy intensa y confrontativa.

Adicionalmente, el hecho de indagar en el subconsciente puede llevar a la persona a revivir posibles traumas que todavía no han sido resueltos y que, como consecuencia, disparen una sintomatología muy aversiva.

Esto supone no solo algo perjudicial para la persona, sino que desde la propia terapia de la Gestalt no se cuenta con técnicas de afrontamiento protocolizadas para poder manejar los síntomas.

Por último, uno de los peligros más importantes que puede presentar esta terapia cuando una persona la solicita, es que los profesionales tienen que estar altamente cualificados y tener experiencia en este ámbito, ya que es estrictamente necesario que sean competentes en un tipo de terapia tan profunda como esta, en la que además se requiere de una gran vinculación y alianza con la persona con la que va a trabajar, lo cual a veces puede ser complicado.

¿Qué duración tiene?

Según plantea Gianluca Sassu en su libro Introducción a la terapia Gestalt y sus aplicaciones, las terapias Gestálticas no suelen ser tan largas como las psicoanalíticas ni tan cortas como las neoconductistas, pudiendo transcurrir en un periodo de tiempo de seis meses a dos años.

No obstante, cabe mencionar que no hay un tiempo o número de sesiones específico para este tipo de terapia, pues realmente ambos dependerán de los múltiples factores existentes que pueden influir en ello, tales como:

  1. Factores socioeconómicos o personales.
  2. Darse una evolución lenta.
  3. Acudir a las sesiones de manera muy espaciada.
  4. Abandonos múltiples de la terapia.
  5. No llegar a conectar con el terapeuta o paciente.

¿Es eficaz la terapia de la Gestalt? ¿Qué evidencia existe al respecto?

¿La evidencia de las corrientes influyentes puede afectar?

La terapia de la Gestalt se encuentra en constante controversia debido a que su evidencia es sorprendentemente polémica. Como se ha comentado, tiene gran influencia de otros enfoques como el psicoanálisis, psicodrama y el existencialismo, los cuales a su vez tampoco presentan una evidencia sólida demostrada (e incluso han sido rechazadas por la comunidad científica), por lo que el modelo teórico de la terapia de la Gestalt se podría clasificar como inespecífico, incoherente y ambiguo; de hecho, Fitz Perls optó por alejarse de las bases teóricas por ya que rechazaba la “teorización de la mente”.

Por lo tanto, uno de los riesgos más importantes es que la terapia de la Gestalt carece de una base teórica unificada, justificada y sólida, por lo tanto la forma de trabajar y los métodos desde los que trabajan los terapeutas no se muestran ni rigurosos ni coordinados.

Interpretación y actuación de los eventos privados del individuo

Además, al centrarse en aspectos más subjetivos, experienciales y subconscientes, no solo es peligroso por alejarse del modelo de psicología basada en la evidencia actual, sino que el espacio de interpretación puede ser abismal, pues cada terapeuta a su vez presenta sus propios sesgos y formas de interpretación.

En adición, surge la dificultad de concluir si la terapia psicológica gestalt es o no beneficiosa debido a la ausencia de protocolos de intervención, a la falta de concreción de las técnicas y conceptos teóricos, a la ambigüedad respecto a la sistematicidad e interpretación de cada terapeuta, etc., por lo que se podría decir que es un tipo de pseudoterapia.

¿Qué resultados arrojan los estudios?

Pese a parecer que se tiene claro cuál es el objetivo de la intervención y sobre lo que se va a trabajar, esta terapia deja a un lado la psicopatología y la sintomatología (aunque no los niegan); por lo tanto, el hecho de que no haya un protocolo para los tratamientos y que la terapia se base en lo que ocurre durante las sesiones, imposibilita poder recoger los datos de la pre y la post intervención tanto en la terapia como en los estudios.

Finalmente, y en lo relacionado con los estudios, estos generalmente se caracterizan por ser cualitativos (recopilación de datos no numéricos, por lo que difícilmente pueden ser contrastables) y de caso único (los cuales ofrecen una demostración superficial y excluyente al no hacerse con una muestra representativa).

Bibliografía

  1. Mendieta, M. (2016). Terapia Gestalt como medio hacia la recuperación de la función mental y somática: Revisión bibliográfica sistemática [Trabajo de Fin de Grado, Universitat Rovira i Virgili]. https://repositori.urv.cat/fourrepo/rest/audit/digitalobjects/DS?objectId=TFG%3A826&label=Terapia+Gestalt+como+medio+hacia+la+recuperaci%C3%B3n+de+la+funci%C3%B3n+mental+y+som%C3%A1tica%3A+Revisi%C3%B3n+bibliogr%C3%A1fica+sistem%C3%A1tica&lang=es&datastreamId=Mem%C3%B2ria&mime=application%2Fpdf
  2. Meléndez, C. (2012). La Terapia Gestált en la Intervención Clínica [Práctica clínica, Universidad Pontificia Bolivariana]. https://repository.upb.edu.co/bitstream/handle/20.500.11912/2016/digital_24065.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  3. Picó, D. (2014). Una introducción a la terapia de la gestalt. [PDF]. Obtenido de https://gestaltnet.net/sites/default/files/articulos/apuntesgestaltterapiados-20.pdf
  4. Ramos, M (1997). El Duelo: Reflexiones desde la perspectiva de la Terapia Gestalt. INFORMACIO PSICOLOGICA, (65), 31–36. Recuperado a partir de https://www.informaciopsicologica.info/revista/article/view/777
  5. Morilla, S. G. (2020). La mala ciencia de la terapia gestalt. Psycienciahttps://www.psyciencia.com//la-mala-ciencia-de-la-terapia-gestalt/
  6. Sassu, G. (2009). Introduccion a la Terapia Gestalt y Sus Aplicaciones= Introduction to Gestalt Therapy and Its Applications (1.a ed.). Lulu Press. https://books.google.com.cu/books?id=IGUfAwAAQBAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
  7. MundoPsicologos.com. (s. f.). Terapia gestalt: ¿Qué es y en qué consiste? – MundoPsicologos.com. mundopsicologos. https://www.mundopsicologos.com/diccionario-psicologico/terapia-gestalt#:~:text=La%20duraci%C3%B3n%20de%20la%20terapia,ser%20incorporados%20a%20nuestra%20vida.
  8. Instituto de Psicoterapia Gestalt. (2023, 3 febrero). Importancia de la psicoterapia gestalt en los procesos de salud mental. Instituto de Psicoterapia Gestalt IPG de Madrid. https://www.escuelagestalt.com/importancia-de-la-psicoterapia-gestalt-en-los-procesos-de-salud-mental/#:~:text=La%20psicoterapia%20Gestalt%20puede%20ayudar,para%20lograr%20un%20mayor%20bienestar.
  9. Torres, A. (2023, 30 julio). Teoría de la Gestalt: leyes y principios fundamentales. Psicología y mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-gestalt (Obra original publicada 2015)
  10. Real, L. M. (2023, 30 agosto). 20 desventajas de la terapia Gestalt. Luis Miguel Real | Psicólogo. Recuperado 4 de octubre de 2023, de https://luismiguelreal.blog/2023/08/30/terapia-gestalt-desventajas/

Ver fuente