Cuando se habla sobre acoso en la familia se nos viene a la mente el caso de maltratos en contra de los hijos, pero nunca pensamos en que la víctima puedan ser los padres, sobre todo sin son personas ancianas. El hijo que maltrata a los padres, ya sea psicológica o físicamente, es un ser irracional que no mide sus actos y que siente que tiene todo el derecho a golpear o decir frases hirientes a sus progenitores.
Existen muchas causas por las cuales un hijo arremete en contra de sus padres, entre las cuales podemos mencionar:
- Poca o ninguna responsabilidad: Muchos hijos piensan que los padres deben mantenerlos toda su vida, ya que siempre lo han tenido todo, lo más triste es que los culpables de esto son los propios padres, que han criado a sus hijos sin ninguna regla y les han dado todo lo que ellos han querido.
- Falta de madurez emocional: Algunos hijos no saben controlar sus emociones, no miden su coraje cuando tienen rabia o están frustrados por algo y no saben cómo canalizarlas, porque desde niños y en la adolescencia no recibieron las pautas de cómo reaccionar en un momento de enojo.
- Tener una conducta agresiva: Cuando se tienen comportamientos agresivos posiblemente desde la niñez, los hijos no saben controlar sus emociones, frustraciones y disgustos llevándolos a un descontrol total.
- La codicia y ambición: Cuando en la familia se dan casos de herencias o negocios familiares, los hijos se creen dueños absolutos de esos bienes y se enfrentan a sus padres y usan la violencia física o verbal para dominarlos y así quedarse con el poder económico.
- Tenerlo todo sin sacrificios: Los padres por lo general quieren que sus hijos tengan todo lo que ellos no tuvieron, sin darles ninguna regla para obtenerlo y sin poner límites sus conductas.
Una educación permisiva donde los hijos hagan todo lo que quieran sin ningún control, conllevan a que se crean dueño de sus padres y que estén obligados a hacer lo que los hijos les pidan