Prevenir el bullying en cualquiera de sus tipologías es un asunto de enfrentar y poner en evidencia a los perpetradores, pero también es un asunto de reforzamiento en la confianza de la víctima, en otras palabras, de quitarse la etiqueta de «víctima».
Esto se logra a través de la forma en cómo se enfrenta a las personas bully y de solicitar ayuda profesional para poder sobrellevar las consecuencias, si el acoso ha llegado muy lejos, pero la lección en este artículo es no dejarse vencer en ninguna circunstancia, ni bajo ningún tipo de amenaza.
¿Cómo detectamos a un bully racial?
La discriminación en el aula de clases puede venir por muchas causas, diferente tipo de religión, color de piel, lugar de procedencia o estrato social, simplemente ser «la persona diferente» del salón es causa de escándalo y rechazo, por eso las personas bully toman eso como punto de enfoque para molestar.
Hay que prestar atención a las situaciones donde alguien se moleste y comience con sus actos de discriminación, bien sea por comentarios desagradables o burlescos, amenazas de «territorio» o exclusiones.
Generalmente estas situaciones están precedidas por un evento desencadenante inconsciente, como que la víctima sea más elocuente, inteligente, audaz, agraciada, agradable, es decir que llame más la atención.
A veces estas personas bully pueden presentarse de forma cariñosa, amable y condescendientes en querer incluir, pero solo buscan puntos débiles para explotarlos. Así que hay que cuestionarse si son honestos, observando si de verdad se mezclan e integran con todos o solo se quedan con un grupo específico que parecen tener características similares.
Finalmente, una persona bully no se detendrá en el primer comentario hostil que exprese sobre la característica de la persona, estos suceden de forma continua y van en aumento hacia burlas, humillaciones o difamaciones inventadas de su característica distintiva, todo con la finalidad de hacerle entender a la otra persona que ella «manda» en ese entorno y no es bienvenida.
Quizás no sea posible cambiar la perspectiva de estas personas, pero si podemos hacernos valer y mantenernos orgullosos de quienes somos, de nuestras raíces y diferencias, porque eso es lo que nos hace únicos, mientras que a ellos solo los hace ser uno más de la lista de bullys.