El bullying es, sin duda alguna, uno de los mayores problemas que rondan por los pasillos de las escuelas alrededor del mundo. Cada día se escuchan más reportes de niños y jóvenes sufriendo abusos de todo tipo por parte de sus compañeros o maestros, trayendo consecuencias graves de tipo psicológico y emocional o drásticas para las víctimas, como son los casos de suicidios y agresiones por venganzas.
Sea como sea, este no es un problema que hay que minimizar o ignorar. Todo lo contrario, mientras más crece el bullying y sus formas de presentarse, mayor debe ser el incentivo para crear campañas con el fin de hacer tomar consciencia a las personas sobre las repercusiones de este y cómo erradicarlo.
Especialmente, hay que poner gran atención en hacer que la víctima recupere su confianza.
Primeramente, teniendo empatía con estas, no es necesario que hayamos o no pasado por algo similar, con solo escuchar y apoyar a esa persona basta, pero también es necesario ayudarla a enfrentar sus demonios. Hay que recordar, que el poder del bullying aumenta mientras la víctima más se decae, absorbiendo su personalidad, motivaciones y confianza, entonces es justamente eso lo que hay que restaurar.
Como víctimas, lo más importante es justamente quitarse la etiqueta de «Víctima» y no dejar que eso los defina. Quizás no puedan volver a ser los mismos que eran antes, pero si pueden ser mejores personas a partir de ahora, lo importante es reconocer que tenemos un problema y que necesitamos ayuda para afrontarlo.
Creando una rutina nueva de adaptación es una buena manera de lograr eso. En primer lugar, es muy importante hablar con un psicólogo que los pueda guiar en ese camino de recuperar fuerzas. Luego se pueden experimentar con actividades que ayuden a reforzar la confianza perdida.
Hacer nuevas actividades, iniciar algún hobbie, asistir a reuniones, desarrollar nuevas habilidades, son las mejores formas de tomar de nuevo el control de su vida que una vez fue arrebatada. La mejor justicia para el bullying y por supuesto, para las personas que lo ejercen es hacerles saber que no pudieron derrocar a su «víctima» eso hará que pierdan el poder rápidamente.
Otra cosa importante es nunca más dejarse intimidar por nadie, somos más de lo que a veces creemos. Pero tenemos una voz y debemos usarla. Decir «No» o «Basta» cuando es necesario, denunciar actos incorrectos y hacerles frente a los perpetuadores sin insultos ni agresiones.
Así es como se vence el bullying.