Rafael Núñez Aponte

Los padres tienen la obligación de estar siempre pendientes de sus hijos, quien más conoce a los hijos que los mismos padres. Ellos saben si están tristes, deprimidos o preocupados pero también saben si están felices, contentos, en fin cuando están bien.

Por eso cuando ellos cambian algo de su conducta por mas pequeño que sea, si los padres enfocados en ellos pueden captar lo que sucede. Si los niños y jóvenes están sometidos a un acoso escolar, es muy difícil que lo digan por eso es sumamente importante que siempre los padres mantengan  conversaciones diarias con los niños y jóvenes.

Rafael Núñez Aponte

Por eso aquí te dejamos una guía para que puedas detectar el bullying:

  • Si tu hijo al momento de pararse para ir a clase te dice que se siente mal y no es usual en el, es momento de averiguar que pasa.
  • El niño o joven puede desarrollar síntomas psicosomáticos como vómitos, mareos, diarreas, dolores de cabeza sin causa aparente.
  • Pueden presentar baja autoestima, perdida de confianza en ellos mismos, empiezan a bajar las notas y llegan a tener episodios de depresión y ansiedad.
  • Tu hijo puede presentar dificultades para hacer sus deberes escolares y hogareños.
  • Presentan alteraciones en el sueño como insomnio, duermen intranquilo, tienen pesadilla o lloran en las noches.
  • Ya no tienen amistades, o no quieren traer a los amigos a casa.
  • Si tienen transporte no quieren irse en el, si van a pie buscan caminos diferentes a lo usual.
  • Llegan a casa con la ropa sucia, rota o desarreglada.
  • Les falta algún material educativo como libros, cuadernos, lápices, borras entre otros.
  • Pueden presentar lesiones físicas como golpes, rasguños o heridas mas graves.
  • Se pueden volver violentos, contestan mal, pelean con los miembros de la familia.
  • Presentan palpitaciones, ahogos, lloran constantemente, tienen temblores.

Rafael Núñez Aponte

  • No quieren salir de casa, ni de paseo y mucho menos a fiestas con compañeros de la escuela o amigos.
  • Se asustan cuando suena su celular, les llega un mensaje de texto o un email.
  • Les aterra revisar sus redes sociales como Facebook, Instagram.
  • Llegan a tener pensamientos y manifestaciones suicidas.

No es tarea fácil ser padres y tener que trabajar, posiblemente no se  tenga el tiempo para hablar con los hijos pero los padres tienen que tener como prioridad mantener una buena comunicación con ellos y ganarse su confianza.