Rafael Núñez Aponte

El bullying o acoso escolar es un tema delicado que se ha ido incrementando en las filas de las escuelas alrededor de todo el mundo. Sin duda alguna es muy difícil ver a un jovencito o jovencita pasar por algo tan abrumador que deja secuelas físicas, emocionales y psicológicas.

Los padres muchas veces se encuentran atados de manos frente a este problema ya sea por ignorancia o por desconocimiento, muy probablemente no sepan cómo actuar frente a un problema de esta magnitud en sus hijos, pero ¿Qué pasa cuando su hijo es el hostigador? En ese caso es más probable que la situación se escape aún más de las manos de los padres.

Rafael Núñez Aponte

Entonces ¿Cuál debería ser el papel de los padres si sus hijos son bully?

  • Primeramente hay que canalizar la situación hacia un ambiente controlado y positivo para encontrar una solución efectiva frente a este problema, de lo contrario los niños se resistirán y no colaborarán en absoluto
  • Averiguar el motivo detrás del acoso, los jóvenes siempre tienen una razón para actuar de manera prepotente frente a otros niños bien sea por presión social, por tener una reputación agresiva impuesta, por celos, envidia, para evitar burlas o porque simplemente se sienten con el derecho de hacerlo.
  • Escuchar las críticas de los profesores hacia los niños es también una gran manera de saber en realidad qué es lo que ocurre con ellos, recuerda que no puedes vigilarlo todo el tiempo y para eso están los maestros, solo ten una mente abierta y receptiva y no te ofendas o te tomes las cosas a pecho.
  • Buscar una segunda opinión de los padres de los otros compañeros de tu hijo e incluso hablar con algunos de sus compañeros te dará una visión más ampliada de cómo tu hijo se desenvuelve y se relaciona en el salón de clases.
  • Establece una comunicación sólida con tu hijo, escúchalo y confróntalo, hazle saber que su conducta es inadecuada porque lastima a otras personas pero hazle saber que cuenta con tu apoyo para buscar una solución y mejorar.
  • Mantén una constante interacción con la escuela para verificar su avance o si existe algún retroceso en su comportamiento, lo ideal es que la situación no se agrave ya que, mientras más tiempo dejes pasar el problema, más tardará en solucionarse, puede que tu hijo se cierre ante la posibilidad viendo que se puede salir con la suya sin ningún castigo.

Rafael Núñez Aponte

  • Mantente firme en aplicar un castigo adecuado a la situación, con esto no nos referimos a agresiones físicas sino a restricciones en las cosas que le gusta hacer, salidas, preferencias o beneficios. Hazle saber que su conducta tiene consecuencias y que debe trabajar para mejorar.
  • Acompáñalo a pedir disculpas por su agresión a quien haya sido su victima, el que reconozca su error hará que internalice y sea consciente de su grave falta, así como de que ha herido en cierta medida a una persona y debe hacer algo para remediarlo.
  • Si por otra parte, el problema se debe a conflictos en el núcleo familiar, problemas de confianza, autoestima o compenetración social, entonces es recomendable asistir a terapia psicológica para ver la mejor manera de resolverlos.