El primer paso contra el bullying es nunca tener actitud o pensamientos de víctima porque una vez que se deja la brecha abierta de la vulnerabilidad ante burlas o comentarios mal intencionados de las personas, entonces se caerá en una espiral de actos bully de la cual será aún más difícil salir.
Sin embargo, se puede como padres trabajar junto a ellos en una serie de pasos para ignorar olímpicamente los intentos de bullying. A través de:
- Actuar como sordo: Si no puedes «escuchar» lo que dicen entonces esa persona nunca dijo nada en realidad. La mejor manera de ignorar a alguien que tiene malas intenciones es hacer como si no se le escuchara, pero si intenta forzar la situación para obligar a tu hijo a responder, parándose frente a él. Entonces dile que se ponga las manos en los oídos, haga morisquetas o solo que se dé vuelta y se vaya
- Actuar como si estuviese aburrido: Es parecido al caso anterior y se puede utilizar si el bully intenta forzar una respuesta de tu hijo, simplemente mirarlo con aburrimiento y hacer gestos como bostezar, cruzar los brazos y golpetear el piso con el pie o mirar el reloj como si le dijera «¿Ya terminaste?» mandará el mensaje de que no le afecta nada esas burlas y el bully se cansará de él.
- Responder diferente: Cambiarle el tema por completo frente a una situación de burla o de comentarios negativos es una buena forma de confundir al bully y hacerle quedar mal frente a lo que intentaba lograr. Haciendo preguntas extrañas como «¿Sabes lo que darán en el almuerzo?» o «¿Ya viste que bonito día?» o comentarios sarcásticos como «¡Que inteligente eres por notarlo!» o «Gracias por el consejo, deberías practicarlo también.»
- Confianza en la voz: Proyectar confianza en el tono de voz cuando se le responde a un bully afirma que no se le dio ninguna importancia a su comentario y un rechazo a cualquier otro acto burlesco. Pero si por el contrario se escucha con ganas de llorar, irritado o frustrado, entonces el bully lo tomará como señal para continuar hostigándole.
- Posturas corporales seguras: El lenguaje corporal también es importante en estos casos pues demuestra confianza, firmeza y seguridad, que tu hijo no es ninguna víctima de nada y que no se deja intimidar tan fácilmente. Puedes llevarlo a un especialista en esto para que tome un taller y practicar con él para que se asiente esa confianza.