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Sabemos que el bullying tiene diversas formas de manifestarse  y una de ellas es el ciberacoso, que es cuando los jóvenes se involucran con otro de manera chantajista, amenazante, humillante o burlesca a través de los medios sociales, mofándose de sus fotos, criticando sus publicaciones, realizando comentarios malintencionados o publicando fotos de esa persona con el fin de ridiculizarla frente a todos.

Es un espacio que, a pesar de no estar en el mundo físico se hace muy público en la vida de quien es víctima de este bullying, pues ya no tiene privacidad, además suelen tener contacto con el perpetuador de este tipo de acoso en la escuela, bien sean porque son conocidos o son compañeros de clases.

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¿Entonces qué es el grooming?

El grooming es cuando el acoso virtual pasa a ser de, entre jóvenes de la misma edad a ser entre una persona adulta que acosa a un joven para obtener algo de este, generalmente de índole sexual implícito o explícito. Es una manera en que los abusadores suelen «preparar el terreno» para cometer abuso sexual.

Este tipo de ciberacoso es prolongado, puede comenzar de manera sutil pero va en aumento al pasar el tiempo, la persona busca establecer un control sobre quien manipula, para mantener una relación forzosa y deliberadamente sumisa hasta el momento en que finalmente se «conozcan».

Por lo general, la persona que es víctima no sabe que está hablando con una persona mayor  y menos qué intenciones oscuras tiene. Los perpetuadores suelen escoger víctimas que se manifiestan como vulnerables y solitarias, de esta forma son más fáciles de engañar y manipular, con el fin de generar confianza entre ellos hasta que terminan en una relación íntima.

Suelen pedir en algún punto fotos explícitas de desnudez, tener conversaciones de carácter sexual, manipulaciones sentimentales e incluso pueden pedir dinero a su víctima. Pero lo que más caracteriza a este acoso, es que la persona pide total discreción y secretismo de su relación a sus padres o conocidos. Y seguir con esto una vez que revele su identidad, tornándose más  peligroso a través de amenazas y chantajes sobre dejar público toda la información recabada o seguir en su manipulación emocional para que mantengan la relación.