El Bullying puede formar parte del día a día de nuestros hijos y puede ser que no nos hayamos dado cuenta.
La palabra Bullying es utilizada para hacer referencia a la violencia a la que pueden estar expuestos los niños en sus escuelas. Esta definición engloba lo que puede ser una violencia psicológica y una física, pero que causan efectos secundarios en el desarrollo de las actividades diarias de los niños que lo padecen.
La violencia escolar se puede presentar por diferentes situaciones, ya sea por el color del niño, personalidad, forma de vestirse, su habla o hasta por como camina.
En la actualidad se ha visto como las mujeres y los homosexuales han tenido mayores casos de bullying porque pueden llegar a ser vistos como personas indefensas y con debilidades, pero la verdad es que los abusadores solo buscan sentirse por encima de los demás, sin importar el daño que les puedan causar.
Es importante hablar siempre con nuestros hijos sobre sus inseguridades y preocupaciones. Dejarles saber que son queridos, que tienen la posibilidad de adquirir todas las herramientas necesarias para triunfar personal y laboralmente, así como confiar en ellos mismos, son las claves para que puedan afrontar el maltrato y sentirse con la capacidad de informarlo y hacer que pare.
Cambiar la concepción social sobre la lucha de los géneros es lo que debemos intentar cambiar en este caso. Las mujeres y los hombres, a pesar de contar con diferentes géneros, tienen los mismos derechos y deberes, uno no es mejor que el otro. Ambos pueden ser capaces de cumplir con diferentes funciones.
Si inculcáramos estos valores, donde la repetición se dé en cada uno de los colegios en los que existan personas maltratas, colaboraríamos con el cambio importante de la sociedad con ventajas y desventajas por el simple hecho de contar con un género opuesto al que por siglos se ha considerado el “dominante”.
Así los niños serán capaces de ver a todos desde el pensamiento de la igualdad y respeto.