Hay quiénes no saben que existen organismos que se encargan de preservar los derechos y hacer cumplir los deberes de los niños, niñas y adolescentes cuando sufren alguna situación de bullying, acoso o cualquier tipo de abuso y sienten que no tienen ningún apoyo. Para estas personas que no tienen conocimiento de dónde acudir pueden hacerlo a través de los Consejos de Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes; los cuales se encargan de velar por el debido cumplimiento de los artículos contemplados en la LOPNA y dictar las medidas de protección necesarias en caso de amenaza o cuando violan los derechos de los mismos.
¿Qué son los consejeros?
Son quiénes se encargan de imponer estas medidas; pues se encuentran capacitados para tomar estas decisiones, dictar charlas y talleres, además de todo lo relacionado a la Ley de Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA), garantía de los derechos, cumplimiento de los deberes, qué hacer en caso del acoso escolar y dónde acudir. Dependiendo de la magnitud del abuso y de la edad que posea el niño, el caso puede ser remitido ante los Tribunales; ya que un niño a los 14 años, al agredir y ocasionarle una agresión a otro, tiene responsabilidad penal.
Casos que reciben
Suelen ser sobre acoso escolar, pero hacen hincapié en que algunos pueden resolverse dentro de las instituciones educativas, porque existen mecanismos alternos de resolución de conflictos que pueden ser manejados por los directores, maestros, padres y psicólogos de la zona educativa para solventar estos acontecimientos. La mayoría suceden por integridad personal, la cual está establecida en el artículo 32 de la LOPNA «Derecho a la Integridad Personal. Todos los niños y adolescentes tienen derecho a la integridad personal. Este derecho comprende la integridad física, síquica y moral»; que son los llamados «Chalequeos» y la burla. También, están los que atentan a la integridad física como lo son los golpes.
¡No te quedes callado!
Lo primordial es que lo manifiesten directamente a las autoridades escolares, a un maestro, un coordinador y en casa también, porque los adolescentes que callan son los más afectados y comienzan a manifestar cierto grado de sensibilidad, distracciones e incluso hasta rechazo a ir al colegio. Lo importante es hablarle a los chamos sobre las instituciones y los organismos competentes que existen, por si son víctimas, para que puedan contarlo o, si conocen a un compañero que esté siendo acosado, poder ayudarlo.