La preocupación es tratar a la víctima, de evitar el bullying, pero ¿qué ocurre con el acosador, con su salud mental: su bienestar y resiliencia?, ¿se puede cambiar o evitar su comportamiento hostigador?
La salud mental, el bienestar y la resiliencia son cruciales para el desarrollo integral del niño y del adolescente, área que es materia de la OMS, que requiere un esfuerzo continuado, persistente y concentrado, que previene problemas futuros no solo de salud pero también sociales.
La crianza es fundamental como lo son la influencia de familiares en la salud infantil, idea defendida por padres, profesores, asistentes y profesionales de salud, formados en esta área desempeñan un papel clave en la promoción del bienestar emocional y la salud mental de niños, jóvenes y familias.
Profesionales conocedores capaces de realizar la identificación de problemas, de discernir todos sus aspectos y de prestar el apoyo eficaz.
Conocedores del perfil de los acosadores identifican como denominadores comunes:
- El irrespeto a las normas.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Poca empatía.
El irrespeto a las normas, como la falta de civismo, impide el desarrollo integral de la persona. Sin el respeto de las normas, la vida se vuelve un caos, generando actitudes violentas contra los demás, especialmente contra los pares.
Profesionales que encuentran la solución a cada problemática, por ejemplo valiéndose de la terapia racional emotiva conductual de Albert Ellis para tratar la baja tolerancia a la frustración o llamado también hedonismo a corto plazo.
Así como identificar una serie de herramientas para aumentar la empatía, capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente y piensa.
Acosadores que han aprendido a base de insultos y gritos perciben estas actitudes de irrespeto a las normas y de baja tolerancia a la frustración y carencia de empatía como normales.
En conclusión, se debe sensibilizar a los padres que mantienen alguna dificultad en aceptar que sus hijos puedan ser acosadores y ayudarlos a resolver sus conflictos diarios y trabajar las mejores formas de relacionarse, desarrollando el respeto por las normas, lidiando con la frustración y siendo empáticos, sin duda el trío que anula la actitud negativa del acosador.