Una manera de burlarse de los demás por no estar a la moda puede sonar totalmente absurdo, pero lamentablemente es una realidad que ha ganado terreno en el desarrollo de la nueva era, con sus tecnologías avanzadas y su importancia por las marcas en ropa, bolsos, accesorios o autos y con la necesidad de las familias de siempre otorgarle «Lo mejor que puedan adquirir» que, aunque tenga una buena intención, en este tipo de bullying, suele tergiversarse.
Los jóvenes que practican este tipo de bullying no tienen una percepción beneficiosa y agradecida de lo que tienen consigo, sino como una forma de catalogar a las personas que no lo poseen, toman como prioridad lo material por encima de las capacidades y personalidades de los demás y de sí mismos.
Dándole una visión de sí mismos completamente pobre que, en cierta manera tienen consciente, por ello tratan de intimidar y disminuir a aquellos a quienes no es una prioridad lo material, humillándolos por no tener lo que ellos tienen, para que no resalten más que ellos en cuanto a su naturaleza humana.
¿Cómo puede originarse?
Una razón de su origen puede ser la exigencia de la actualidad con respecto al consumismo, que le «indica» a los padres sobre cómo deben criar y premiar a sus hijos con cosas a la vanguardia, no solo para asegurarles lo que ellos no tuvieron antes, sino para ser un ejemplo ante los demás, como los llamados «Niños trofeos» que sean perfectos y no les falte nada. Pero lo que los padres no notan con esto, es que solo los hace ser personas avaras, egocéntricas y dependientes.
La falta de tiempo para compartir debido a trabajos exigentes y agotadores, también puede dar resultado para el desarrollo de estos niños bullies de marca, pues compran cosas para ellos sin medidas y sin cuestionar su funcionalidad, como una forma de compensar el tiempo que no pasan con ellos.
De esta manera los niños aprenden que, si quieren tener la atención de sus padres, solo deben pedir algo que quieran, aunque no necesiten o confunden el cariño que les dan con el nivel y actualización de cosas que les compran.
Llevándolo a la práctica en el resto de sus entornos, así, si encuentran a un compañero que no tiene las cosas que ellos tienen lo relacionan como niños a los que a nadie les importa, ni siquiera a sus padres y por ende, no pueden relacionarse con ellos.