En la actualidad, abundan los titulares de noticias acerca del bullying o acoso escolar. ¿La razón? Es que se ha convertido en un fenómeno que mayor preocupación genera tanto en los profesionales de la educación, como en estudiantes y sus padres.
Cualquier agresión verbal, física o escrita que cause daño en otra persona por razones de género, apariencia, orientación sexual, discapacidad, incluso raza o religión, constituyen una forma de bullying. Sin lugar a dudas, estas situaciones pueden ocasionar graves consecuencias psicológicas y físicas no solo en las víctimas, sino también en los victimarios.
Ante este problema, diversas son las iniciativas en todo el mundo para generar conciencia y evitar el maltrato o violencia dentro de las instituciones educativas. En ese sentido, la directora de la campaña Not In Our School (“No en nuestra escuela”), Becki Cohn-Vargas, afirmó que el primer paso para enfrentar el acoso escolar es reconocer y luego iniciar un diálogo acerca de la situación. Por eso, reveló cinco estrategias para para prevenir el bullying en las escuelas:
1.- Identificar el problema
Cohn-Vargas dijo que lo primero es educar a quienes estén expuestos a este tipo de situaciones. También, y que se establezca un plan de acción para responder a los maltratos diarios.
2.- Involucrar a los estudiantes
La especialista recomienda fomentar un diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso escolar y la intolerancia, a través de asambleas o foros “anti-bullying”, para que ningún estudiante se sienta ajeno al problema y proponga ideas o soluciones al problema.
3.- Convertir a los estudiantes en agentes activos
Al establecer conversaciones abiertas del tema, los “observadores” (estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying) contarán con más herramientas para involucrarse y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos.
4.- Promover la tolerancia y la inclusión
Los docentes deben tener una actitud abierta a los alumnos, ya que es fundamental que los estudiantes se sientan seguros y respetados, gracias a un ambiente de clase inclusivo y tolerante y que de esta forma se sientan seguros y respetados si desean confiar situaciones de hostigamiento o violencia.
5.- Esté atento a los agresores
Los estudiantes o jóvenes responsables del bullying deben recibir atención y ayuda para que disminuyan su conducta agresiva. “Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo”, aseguró la especialista.