Las palabras obscenas, los comentarios ofensivos, el contacto físico no permitido y los mensajes con contenido sexual son algunas formas de acoso sexual en las escuelas.

Cuando escuchamos hablar acerca del bullying escolar nos hacemos una idea de que un alumno recibe un trato violento de parte de otros compañeros e inclusive se nos viene la imagen de un profesor comportándose de diferente manera con un niño o adolescente, pero también existe dentro de las escuelas un acoso igualmente peligroso que es el hostigamiento sexual. Inicialmente se comienza como un juego que poco a poco se transforma en actitudes con un gran grado de violencia física y verbal, que incluye caricias y manoseos.

Los chicos, por su grado de inmadurez, no saben diferenciar entre las bromas y el acoso, convirtiéndolos en víctimas o cómplices de los acosadores que por medio de cartas, fotografías, palabras obscenas y otras acciones ejercen su comportamiento indecente.

Formas de acoso sexual dentro de las escuelas

1.- Insultos: Referirse despectivamente a otro compañero, haciendo énfasis en algunos aspectos de su sexualidad, es una manera de acoso sexual, no importa si la víctima sea una chica o un jovencito.

2.- Contacto físico no deseado: Cuando un(a) jovencito(a) es tocado(a) en sus partes íntimas sin su consentimiento, ya sea como parte de una «broma».

3.- Comportamientos abusivos: Dar un beso en los labios sin consentimiento, forzar en tener relaciones sexuales e invadir la privacidad de la víctima.

4.- Utilización de la tecnología: Intimidar a través de las redes sociales al colocar información, imágenes o videos con contenido sexual.

5.- Mensajes con contenido sexual: En las escuelas es común que en los sanitarios u otros lugares públicos se coloquen mensajes de carácter sexual dirigidos a una persona en particular.

6.- Rozamiento por parte del acosador: Rozar el cuerpo de la víctima de manera deliberadamente sexual, es considerado una forma de acoso sexual.

7.- Comentarios sexuales: Enfocados en la anatomía del acosado(a) o en su manera de vestir.

8.- Sonidos o expresiones sexualmente sugestivos: Como por ejemplo ruidos de succión, guiños o movimientos pélvicos.

9.- Preguntas no deseadas: Referentes a temas de corte sexual.

10.- Amenazas y sobornos: Con el propósito de obtener un beneficio sexual.

Cómo detener el acoso sexual

1.- Hablarlo con un adulto: La víctima debe conversar acerca de la situación con un adulto de confianza como por ejemplo sus padres o maestros.

2.- Decirle al acosador que se detenga: Muchos jovencitos no están plenamente consciente de que sus actuaciones causan molestias, por lo cual, simplemente con decirle categóricamente que deje su actitud grosera e inapropiada es suficiente.

3.- Registrar todo lo que sucede: Si el acosador hizo caso omiso de tus palabras, entonces guarda los mensajes de textos, notas ofensivas o correos electrónicos que se reciba.

4.- Acudir a las autoridades: Si la conducta del agresor se hace más fuerte, se debe acudir a los organismos competentes.

Hay una delgada línea que separa el acoso sexual con el coqueteo propio entre los adolescentes, pero cuando esto se pasa de tono, se da origen a un acoso u hostigamiento de carácter sexual que debe frenarse a tiempo.