En el infinito afán por ser buenos padres, algunos pueden olvidar lo esencial en cuanto a la educación necesaria para los hijos, la enseñanza de valores fuertes como la responsabilidad y la empatía pueden volverse cargas que los niños no deben llevar solos, por eso diseñan un ambiente restrictivo de las demandas del exterior y al mismo tiempo permisivo en otorgarles todo lo que necesitan y no necesitan en su vida.
Esto trae como consecuencia a niños dependientes y sumisos que no pueden valerse por sí mismos ante las circunstancias y los obstáculos de su entorno, no logran defenderse ni hacerse escuchar porque carecen de la autoestima para ello, pues sus padres lo han hecho todo por ellos o los han cuidado en exceso de experimentar por su cuenta.
En el otro extremo tenemos niños y jóvenes que creen tener la autoridad y el derecho suficiente de exigir cualquier cosa que les plazca sin tener que trabajar por ello o sin importarles si hacen daño a alguien en el proceso, pues sus padres les han dado todo en bandeja de plata sin la necesidad de esforzarse o «portarse bien»
Estos son los problemas causados por los padres helicópteros y puedes ser uno si sigues estos comportamientos:
- Hablas en plural en cualquier cuestión asignada a tus hijos (tareas, encomiendas, participaciones, reprimendas, etc.) siempre te incluyes dentro, aunque obviamente no estés involucrado.
- Sobreestimulas a tus hijos en un sinfín de actividades extracurriculares aunque no hayan manifestado ningún deseo de ser partícipes en estas. No le preguntas cómo se siente estando ahí o cómo le ha ido en esas actividades.
- O por el contrario, no permites que realice ninguna actividad por temor a que «algo malo le pase», porque es muy arriesgado o porque no confía en los demás niños.
- Insistes en tenerlo en casa como si fuese un refugio y quieres hacerlo todo tú, así no podrán experimentar absolutamente nada, no reconocerán sus errores y no podrán resolver problemas a futuro.
- Los complaces en todo hasta llegar al punto de malcriarlos y consentirlos. Todo lo que piden y desean son órdenes para ti y esto evita que adquieran sentido de responsabilidad y deberes
La sobreprotección no es sinónimo de buena crianza, ser un guía para que aprendan a enfrentar lo que no sepan y avanzar en el futuro, es una mejor forma de educar a los hijos y cuando crezcan sabrán apreciarlo y retribuirlo.